La administración de Joe Biden enfrenta un duro momento en materia migratoria. Un juez federal en Texas suspendió temporalmente el programa “Keeping Families Together”, diseñado para ayudar a medio millón de inmigrantes indocumentados casados con ciudadanos estadounidenses.
Este programa ofrecía una nueva vía hacia la legalización para aquellos que han vivido en Estados Unidos durante más de 10 años. La decisión fue tomada en respuesta a una demanda liderada por 16 estados con gobiernos republicanos.
El juez J. Campbell Barker, del Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito Este de Texas, emitió la orden de suspensión administrativa, lo que detiene el procesamiento de nuevas solicitudes mientras se evalúan los méritos del caso.
Según Barker, la demanda presentada por la coalición de estados, encabezada por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, plantea cuestiones sustanciales sobre la autoridad del poder ejecutivo para modificar las políticas de inmigración sin la aprobación del Congreso.
El programa, que comenzó a recibir solicitudes la semana pasada, ha sido criticado por los republicanos, especialmente en un contexto electoral donde la inmigración ilegal es un tema central. El Departamento de Seguridad Nacional, que gestiona la iniciativa, indicó que los beneficiarios del programa han vivido en Estados Unidos por un promedio de 23 años.
Tradicionalmente, casarse con un ciudadano estadounidense proporciona una vía hacia la ciudadanía, pero para quienes cruzaron ilegalmente la frontera sur, el proceso implica regresar a su país de origen para completar los trámites.
Este paso puede resultar en la separación prolongada de las familias, a veces por años. El programa de Biden buscaba eliminar esta barrera permitiendo que los solicitantes permanecieran en Estados Unidos mientras completan el proceso de legalización.