El expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, aceptó este miércoles el desafío de la vicepresidenta Kamala Harris para debatir en público, anticipando que su rival “se va a caer”. Durante un mitin en Harrisburg, Pensilvania, Trump reaccionó al llamado de Harris para un enfrentamiento cara a cara, afirmando que estaba listo para comparar sus historiales de políticas punto por punto.
En un evento ante aproximadamente 14,000 asistentes en el Holland Arena, Trump criticó duramente a Harris, llamándola “falsa” y “extremista de izquierdas”. El exmandatario también la acusó de contribuir al caos en la frontera con México, un tema que ha sido central en su campaña. Trump comparó el estadio con el Madison Square Garden, en un intento de magnificar la importancia del evento.
Kamala Harris había planteado el reto durante un evento en Atlanta, sugiriendo que Trump debería expresar sus críticas de manera directa en un debate programado para septiembre. Sin embargo, Trump no ha confirmado su participación en el debate propuesto por ABC News y ha sugerido que el canal conservador Fox News debería organizar el evento.
Trump, quien está buscando consolidar su apoyo en estados clave como Pensilvania, se ha mostrado combativo y ha utilizado el debate como una oportunidad para criticar a Harris y promover su agenda. La confrontación pública entre ambos candidatos promete ser un evento de alto perfil en la campaña electoral, con implicaciones significativas para las elecciones presidenciales de noviembre.