El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, declarará como testigo el próximo 30 de julio en la investigación judicial que enfrenta su esposa, Begoña Gómez, por presunta corrupción y tráfico de influencias. Este caso ha generado una notable fragilidad política para el mandatario socialista.
El juez Juan Carlos Peinado, encargado de la investigación, se desplazará al “Complejo Presidencial de la Moncloa” para tomar la declaración de Pedro Sánchez a las 11:00 horas, según informó la corte en un comunicado. Sánchez ha defendido la inocencia de su esposa desde el inicio de la investigación, a pesar de los intensos ataques de la oposición.
El anuncio de la declaración de Sánchez se produce después de que Begoña Gómez se acogiera a su derecho a no declarar ante el juez, argumentando que el procedimiento en su contra “carece de objeto alguno“, según su abogado Antonio Camacho. Esta decisión fue criticada por el conservador Partido Popular (PP) y la extrema derecha de Vox, quienes solicitaron al juez que llamara a Sánchez a declarar.
Acusaciones y reacciones políticas
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió la dimisión de Sánchez, mientras que el portavoz del PP, Borja Sémper, expresó que los españoles están “avergonzados ante este escándalo permanente”. Gómez, especializada en la recaudación de fondos para fundaciones y ONGs, es sospechosa de haber aprovechado el cargo de su marido en sus relaciones profesionales, particularmente con el empresario Juan Carlos Barrabés.
El juez Peinado justificó la declaración de Sánchez señalando la necesidad de examinar la posible relación de la persona investigada con una autoridad en casos de tráfico de influencias. Aunque Sánchez podría negarse a declarar contra su cónyuge, la investigación se abrió a raíz de una denuncia de Manos Limpias, un colectivo cercano a la extrema derecha.
Defensa y continuación del caso
La Guardia Civil ha entregado informes concluyendo que no hubo irregularidades por parte de Gómez, y la Fiscalía ha solicitado el archivo del expediente. Sin embargo, la controversia sigue vigente, con Sánchez denunciando una estrategia de “acoso y derribo” contra su Gobierno de izquierda.
Patxi López, portavoz parlamentario del Partido Socialista, calificó el caso como una “cacería política” contra Gómez por ser la esposa de Sánchez, mientras que el ministro de Justicia, Félix Bolaños, expresó su confianza en que “la verdad ganará y la justicia prevalecerá”.