El presidente ruso, Vladimir Putin, ha llegado a Corea del Norte, marcando su primera visita a este país en 24 años. Esta visita de Estado, que comenzó el 18 de junio de 2024, tiene como objetivo principal reforzar los lazos de defensa entre Rusia y Corea del Norte, dos naciones dotadas de armas nucleares. Este encuentro se produce en un contexto de intensificación de la ofensiva militar rusa en Ucrania, iniciada en febrero de 2022.
El avión presidencial de Putin aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Sunan, donde fue recibido personalmente por el líder norcoreano, Kim Jong-un. La agencia TASS informó que esta reunión sigue a un encuentro anterior entre ambos líderes en territorio ruso en septiembre del año pasado.
Durante esta visita, Putin y Kim tienen previsto presidir una gran parada militar en Pyongyang. Imágenes satelitales han revelado la construcción de estructuras temporales en la plaza Kim Il-sung, el epicentro de los desfiles militares en la capital norcoreana. Esta demostración de poder militar subraya la importancia de la cooperación en defensa entre ambos países.
Antes de su viaje a Pyongyang, Putin aprobó un proyecto de tratado de asociación estratégica con Corea del Norte. Este acuerdo, que espera firmar con Kim Jong-un, busca consolidar aún más los lazos entre Moscú y Pyongyang. Sin embargo, esta creciente colaboración ha generado preocupación en la comunidad internacional, especialmente en Estados Unidos.
Washington ha expresado su inquietud no solo por la visita de Putin a Corea del Norte, sino también por la “profundización de las relaciones” entre Rusia y Corea del Norte. La alianza entre ambos países, ambos con capacidades nucleares, podría alterar significativamente el equilibrio de poder en la región y más allá, en medio de la actual crisis en Ucrania.