Este registro marca una ola de calor sin precedentes, con temperaturas que superan todos los récords anteriores en Nueva Delhi. La intensidad y frecuencia de estas olas de calor han aumentado significativamente en las últimas décadas, atribuidas en gran parte al cambio climático.
La exposición prolongada a temperaturas extremas puede causar graves problemas de salud como insolación, deshidratación y golpes de calor, afectando especialmente a los más vulnerables. Además, el sector agrícola sufre debido a la reducción de la productividad y la inseguridad alimentaria causada por las altas temperaturas y la falta de lluvias.
La infraestructura de la ciudad, no preparada para soportar tales niveles de calor, muestra signos de deterioro. Carreteras y vías férreas se están dañando debido a la expansión térmica, y el aumento del uso de aire acondicionado ha sobrecargado la red eléctrica, provocando apagones en varias áreas.
En respuesta, el gobierno indio ha implementado medidas como programas de reforestación y la promoción de energías renovables. También se han lanzado campañas de concientización sobre la conservación del agua y el uso eficiente de la energía para combatir este problema.
El récord de 52.3 ºC en Nueva Delhi es una alarmante señal del impacto del cambio climático, subrayando la necesidad de una respuesta integral que involucre a todos los sectores de la sociedad para lograr un futuro más seguro y sostenible.