La espiral de tensión entre España y Argentina alcanza un nuevo pico con la retirada de su embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez, en respuesta a los insultos proferidos por el presidente argentino, Javier Milei, hacia la esposa del presidente español. La crisis diplomática se desató después de que Milei se negara a retractarse por llamar “corrupta” a Begoña Gómez, generando una escalada de tensiones que culminó con la retirada definitiva de la embajadora.
La controversia comenzó durante un evento en Madrid, donde Milei acusó a Gómez de corrupción, alegando investigaciones que no resultaron en acusaciones formales. Las acusaciones de Milei provocaron una reacción en cadena, con miembros del gobierno español calificando al presidente argentino de “xenófobo” y “ultraderechista”. Ante la falta de disculpas por parte del gobierno argentino, el ministro español de Asuntos Exteriores anunció la medida sin precedentes de retirar a su embajadora.
El presidente argentino, en respuesta, culpó al gobierno español por la crisis y se negó a disculparse, acusando a Pedro Sánchez de provocación. Milei calificó la retirada de la embajadora como un “disparate” y acusó a Sánchez de arrogancia. La Comisión Europea condenó los ataques personales y llamó a una solución para resolver la disputa bilateral.
La retirada de la embajadora española marca un hito en las relaciones entre España y Argentina, reflejando la gravedad de la crisis diplomática desatada por los insultos de Milei. La falta de disculpas públicas y la escalada de tensiones han puesto en riesgo las relaciones bilaterales, mientras ambos países buscan resolver sus diferencias ante la condena internacional por la disputa.