El Parlamento de Irak ha aprobado una polémica ley que criminaliza las relaciones homosexuales y las expresiones transgénero, imponiendo penas de hasta 15 años de cárcel. Estas enmiendas a la ley contra la prostitución buscan, según las autoridades, proteger la decencia moral y los valores tradicionales en la sociedad iraquí.
La aprobación de estas enmiendas ha generado controversia tanto a nivel nacional como internacional. Según las nuevas disposiciones, cualquier relación homosexual consentida será castigada con penas de entre 10 y 15 años de prisión. Además, promover relaciones entre personas del mismo sexo conlleva penas de hasta tres años de prisión y multas considerables.
Otra disposición controvertida de esta ley es la penalización del llamado “comportamiento afeminado”, lo que indica una fuerte postura en contra de la diversidad sexual y de género en el país.
Estas medidas han sido criticadas por organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch (HRW), que ha denunciado el historial de violaciones de derechos contra las personas LGBT en Irak. La aprobación de esta ley representa, para muchos, un retroceso en términos de derechos individuales y una amenaza para la comunidad LGBT en el país.
El proyecto de ley fue presentado por el diputado Raad al Maliki en agosto de 2023, inicialmente con disposiciones aún más severas, como la pena de muerte o cadena perpetua para relaciones homosexuales. Aunque las autoridades iraquíes no habían tipificado explícitamente las relaciones homosexuales como delito, han utilizado leyes vagas relacionadas con la moralidad para perseguir a individuos de la comunidad LGBT.
En medio de estas acciones legislativas, defensores de derechos humanos han expresado su preocupación por el impacto que esta ley tendrá en las personas LGBT en Irak, quienes ya enfrentan violencia y discriminación por su identidad y orientación sexual.