El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas finalmente logró aprobar una resolución que insta a un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, después de más de cinco meses de conflicto. La medida, adoptada con 14 votos a favor y una abstención de EE. UU., busca un cese de hostilidades durante el mes de Ramadán y la liberación de todos los rehenes.
La embajadora de EE. UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, vinculó la tregua con la liberación de rehenes, enfatizando que el alto el fuego podría comenzar tan pronto como se libere al primer rehén. Por otro lado, Francia instó a una tregua permanente después del Ramadán, destacando que la crisis aún persiste.
El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) celebró la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU pero solicitó que el llamado sea hacia una medida permanente y sostenible. Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó la importancia de implementar la resolución de manera efectiva.
La decisión de EE. UU. de abstenerse en la votación representa un cambio significativo, ya que anteriormente se había opuesto a términos como “alto el fuego” en las resoluciones de la ONU y había bloqueado textos similares en tres ocasiones. Sin embargo, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, la abstención no indica un cambio de política, sino que EE. UU. busca una resolución que condene a Hamás, considerado terrorista por el país.
Por su parte, el gobierno israelí considera que la decisión perjudica su ofensiva contra Hamás y los esfuerzos para liberar a los rehenes, aunque la resolución busca una solución pacífica al conflicto en Gaza.