Más de un millón de personas asistieron a la misa del papa Francisco en la explanada del aeropuerto de Kinsasa, capital de la República Democrática del Congo, de acuerdo con los números de las autoridades. Este será uno de los actos más multitudinarios del pontífice.
La misa es una prueba de que África se ha convertido en uno de los continentes con más fieles en el mundo, siendo el único lugar en que crece la fe y el optimismo por la iglesia Católica.
Los congoleños recibieron al Santo Pontífice con entusiasmo y fe en la explanada del aeropuerto de Ndolo en Kinsasa, una ciudad que cuenta con un 15 millones de habitantes. Algunos de los fieles pasaron las noches en las inmediaciones del aeródromo solo para poder ver de cerca a Francisco.
Para celebrar la misa, el Gobierno de la República Democrática del Congo proclamó como día festivo este miércoles primero de febrero para que así los colegios y las actividades laborales se suspendieran y los fieles pudieran asistir al evento.
#PapaFrancisco "Hermanos, hermanas, estamos llamados a ser misioneros de paz, y esto nos dará paz. Es una decisión, es hacer sitio en nuestros corazones para todos" #PopeInAfrica #PapaEnÁfricahttps://t.co/uarGcb6wqd pic.twitter.com/cqFrV5bJcr
— Vatican News (@vaticannews_es) February 1, 2023
El Congo demostró que África es el futuro del catolicismo. Cuando Francisco llegó al país el pasado martes, las calles se abarrotaron de miles de creyentes, la cantidad de personas que recibieron al Santo Pontífice fue tal que incluso sorprendió a la Santa Sede. El Congo es uno de los países de África con más fieles del continente, de sus 105 millones de habitantes, el 90% es cristiana, mientras que la mitad de la población se identifica como católica; el país cuenta con más de 6 mil curas, 10 mil monjas y 4 mil seminaristas, es decir, alrededor del 3% de los jóvenes estudian para ser sacerdotes.
El papa celebró la misa a través del rito congoleño, basado en el misal romano, pero tiene bastantes diferencias, de entrada el rito en el Congo tiene bailes y cantos tradicionales, además este el único rito inculturado aprobado desde el Concilio Vaticano II. Aunque este rito no le gusta al sector más conservador de la iglesia, la realidad es que ha permitido que comunidades africanas se acerquen al catolicismo.
Francisco quiso centrar el mensaje de la misa en el perdón de una nación rota por los conflictos bélicos y étnicos, por lo que le pidió a los congoleños que no permitan que crezca la resignación y el fatalismo.
En un mundo abatido por la violencia y la guerra, la paz nace cuando las heridas sufridas no dejan cicatrices de odio, sino que se convierten en un lugar para hacer sitio a los demás y acoger sus debilidades. Entonces, las fragilidades se convierten en oportunidades y el perdón en el camino hacia la paz. No se trata de dejarlo todo atrás como si nada hubiera sucedido, sino de abrir a los demás con amor el corazón”, enfatizó Francisco.
El papa Francisco, emocionado, informó que el propósito de su vista era poner el foco mediático en los conflictos olvidados, señaló que la guerra en el país fue desatada por “la insaciable avidez de materias primas y de dinero, que alimenta a una economía armada. Que escándalo y que hipocresía: la gente es agredida y asesinada, mientras que los negocios que causan violencia y muerte siguen prosperando”.
Tras reunirse y escuchar el testimonio de personas víctimas de conflictos bélicos, el papa Francisco se dirigió a todas las personas, internas y externas, que manejan la guerra en el Congo, y les pidió que dejaran de enriquecerse a costa de los más débiles, pues su dinero está manchado de sangre.
Expertos consideraban que el viaje del Santo Pontífice al Congo era para sanar las heridas de la guerra, pero la realidad es que no fue así. La República Democrática del Congo celebrará elecciones este año.