En la tarde de este viernes, siete personas murieron en un atentado con arma de fuego frente a una sinagoga de Neve Yaakov, asentamiento judío cercano a Jerusalén. La Policía identificó al atacante como un residente de la parte palestina de la ciudad. Este es el atentado más grave contra israelíes desde 2011.
El comandante de la Policía del distrito de Jerusalén, Doron Turgeman, señaló que el atacante llegó al lugar en coche y disparó en contra de las personas que se encontraban frente a la sinagoga con motivo del inicio del sabbat. Señaló que además de los siete muertos, hay cinco personas hospitalizadas, dos se encuentran en estado crítico y uno grave.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció que el país implantará medidas inmediatas en respuesta a este atentado, además citó este sábado a su gabinete para tomar daciones adicionales y pidió a los israelíes no tomen justicia por su cuenta y dejen actuar a las autoridades.
Tras el ataque en la sinagoga, el terrorista disparó en contra de quienes intentaron detenerlo, lo que le permitió escapar en su vehículo. La policía pudo identificar y seguir al coche cuando huía hacia Ramala en Palestina. Esto desató una persecución que terminó en un tiroteo en el que el agresor fue abatido.
Doron Turgeman señaló que los primeros datos arrojan que se trató de una acción solitaria; sin embargo, informó que el atacante era un joven de 21 años llamado Alkam Khairi que residía en Al Tur, barrio oriental de Jerusalén, quien no era sospechoso ante los controles de seguridad de las autoridades, pues no tenía lazos con grupos terroristas.
El movimiento islamista Hamás calificó las acciones del joven de 21 años como heroicas tras la masacre de Yenín. En días pasados, el ejército israelí entró a un campo de refugiados y mató a nueve palestinos. El movimiento Yihad Islámica, considerado por Europa y Estados Unidos como terrorista, también celebró el ataque. Las televisoras palestinas muestran a ciudadanos en las calles festejando y lanzando fuegos artificiales.
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itmar Ben Gvir, acudió al templo en donde los ciudadanos pidieron a gritos cosas como “Muerte a los árabes” y “Muerte a los terroristas”, a lo que el ministro se limitó a responder: “Tienen razón, muerte a los terroristas. El Gobierno tiene que responder, con la ayuda de Dios, es lo que va a suceder”. No quiso dar más detalles por ser sabbat.
Después del ataque, tres palestinos fueron hospitalizados con heridas de bala, un hecho que apunta a una expansión de la violencia. Estos ataques se producen horas después de que fuerzas palestinas lanzaran dos cohetes a Israel. Ante esto, las Fuerzas Armadas de Israel anunciaron que después de un bombardeo aéreo logaron neutralizar un centro de fabricación de explosivos, ataque que frenará el suministro de armas Hamás.
Después se lanzaron otros cinco misiles contra territorio israelí y el ejército desplegó un segundo ataque aéreo en contra de Gaza, ataque que aparentemente tuvo como objetivo un campamento de Hamás. Hasta el momento, no se han reportado víctimas.