La llegada de refugiados ucranianos a Alemania, que fueron desplazados por la incursión militar rusa que inició en febrero, ha generado que las familias afganas, que en su momento fueron acogidas por el país europeo, sean despojadas por las autoridades alemanas de las viviendas que en su momento fueron asignadas para ellos.
Tareq Alaows, miembro de un consejo de refugiados de Afganistán en Berlín, comentó a la revista local Foreing Policy, la noche de ayer (tarde del mismo día en CDMX), que las autoridades alemanas justificaron el desalojo alegando que los refugiados afganos estaban viviendo en los centros de llegada.
Asimismo, indicó que informaron que estos son lugares que están diseñados y enfocados solo para alojar por un tiempo a los desplazados que lleguen al país, más no para que se convierta en su lugar de residencia permanente como lo estaban ocupando los desplazados por los talibanes en Afganistán.
Sin embargo, Alaows señaló que las familias procedentes del país de Medio Oriente llevan más de un año viviendo en las casas que en su momento fueron señaladas como residencias permanentes, al igual que otras que se encontraban en alojamientos bajo la misma denominación.
Foreing Policy también recoge el testimonio de una mujer refugiada y activista social que está entre las personas notificadas para desalojar su residencia. Parwana Amiri compartió que funcionarios alemanes llegaron al lugar donde vive para, sin mediar algún tipo de negociación, informarle que en 24 horas tenía que dejar la hasta que hace unos días consideraba su hogar.
Mientras que el Departamento de Asuntos Sociales del Senado de Alemania sostiene que lamenta la situación y que en ningún momento han desalojado a los refugiados afganos, solo les pidieron cambiarse de un centro de llegada a un alojamiento permanente.
De igual forma, recalcaron que esta situación responde a que los 83 alojamientos que tiene destinada Alemania para acoger a los refugiados se encuentran albergando a un total de 22 mil personas. Por lo que los ciudadanos afganos solo serán movidos a otros sitios previstos por el gobierno y no desalojados para que vivan a su suerte.