Registrada por primera vez el 30 de diciembre de 2019 en Wuhan (China), como una neumonía de causa desconocida, hoy el foco de atención se centra de nuevo en la pandemia y de nueva cuenta en el gigante asiático. La razón, un nuevo brote de COVID-19 que pone en alerta a las autoridades locales, nacionales e internacionales.
Ahora el centro de atención es Lanzhou, capital de Gansu, donde hasta el día martes se reportaban un número de 56 casos activos. Mientras que en todo el país asiático la cifra de personas en observación llega a las 33 mil 307.
Por su parte, a través de un comunicado, el Gobierno de China manifestó que es grave y compleja la situación que se está presentando en la provincia al norte del país. Sin embargo, aseguró que se tomarán las medidas necesarias para evitar que este nuevo contagio se extienda a otras regiones del país asiático. Parte de las disposiciones que están implementando son el regresar al confinamiento, salir solo por productos de consumo básico, así como presentar un código QR en su teléfono. Esto con la finalidad de llevar el registro de si la persona ha estado contagiada o expuesta en una zona de alto riesgo, puesto que tiene que ser escaneado cada vez que entra o sale de un lugar.
Estas medidas se suman a las que ya estaban implementadas a los visitantes extranjeros, por ejemplo. Desde marzo del año pasado, las pruebas PCR y de anticuerpos son obligatorias antes de subir al avión, así como el tener un período de 15, como cuarentena, al llegar al país.