Hans-Dieter Pötsch fue elegido por el Consejo de Supervisión de Volkswagen como su presidente, asumiendo la responsabilidad de esclarecer el escándalo ambiental que enfrenta la firma.
Asimismo, señaló su compromiso para determinar y esclarecer las responsabilidades que han llevado a la empresa teutona en su crisis más severa de la historia.
Expresó que es tiempo de recuperar la confianza de la gente en la marca, dejando de lado las especulaciones que la colocaron en el ojo del huracán.
Cabe indicar que la decisión se dio en el límite de tiempo que se contaba para detallar los planes para que las unidades de VW cumplan con las normas ambientales.
De esta manera, como una de las primeras acciones, se determinó que Volkswagen efectuará cambios en el software diésel, así como reparaciones técnicas.
De la misma forma, el Ministerio de Transporte alemán dijo que las pruebas europeas también fueron manipuladas, pero no aportó detalles, por lo que no está claro si la firma se enfrenta al mismo nivel de multas y demandas que en Estados Unidos. Tampoco está claro si los propietarios serán obligados a reformar sus vehículos.
La cuenta total del escándalo, incluidas multas potenciales y demandas, podría ser de 35,000 millones de euros, según analistas de UBS.
Con información de CNN Expansión
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