Jeb Bush, hijo del expresidente de Estados Unidos George H. W. Bush, y hermano del también expresidente George W. Bush, buscará convertirse en el tercero de la dinastía en ocupar la Casa Blanca, ya que anunció este lunes de manera oficial sus intenciones de contender por la presidencia de la Unión Americana en 2016.
Sin embargo, el exgobernador de Florida, de 62 años de edad, al parecer quiere conseguir la presidencia sin tener en las espaldas el apellido Bush, pues develó el logotipo que utilizará durante su campaña y en él se aprecia siemplemente su nombre “Jeb!”, sin más.
Durante su discurso de “destape”, Jeb Bush dejó de lado las líneas previstas para ofrecer una verdadera reforma migratoria en caso de llegar a la Casa Blanca, no sólo buscar cambios a través de órdenes ejecutivas, en relación a la decisión de Barack Obama de ordenar el alivio que suspende las deportaciones de unos 5 millones de indocumentados.
“El próximo presidente de los Estados Unidos pasará una reforma migratoria, no por orden ejecutiva”, dijo Bush ante cientos de simpatizantes, muchos de ellos hispanos, en el auditorio del plantel Kendall del Miami-Dade Community College.
Casado con Columba Bush, originaria de Guanajuato, México, Jeb intenta conquistar al electorado de origen hispano, ya que su discurso fue bilingüe y los aplausos estallaron en el auditorio con la sola mención de la reforma.
El aspirante presidencial también atribuyó a los demócratas la responsabilidad de la más lenta recuperación económica de la historia, así como de aumentar deuda e impuestos. “Estados Unidos se merece algo mejor”, proclamó.
“Soy candidato a presidente de Estados Unidos”, dijo y recordó sus antecedentes de cambio ambicioso y conservador como mandatario estatal de Florida. “Sé que puedo corregir esto”, dijo, “porque lo he hecho”.