París, Francia.- El semanario Charlie Hebdo volvió ayer a los quioscos con un Mahoma en la portada mostrando el eslogan Je Suis Charlie (Yo soy Charlie) para abrir un tiraje ampliado e histórico que se agotó en tres horas y que se reproducirá durante dos semanas hasta alcanzar los cinco millones de ejemplares.
Los actos masivos de solidaridad y duelo que han arropado Francia durante los últimos días se vieron recompensados ayer con un nuevo e irreverente ejemplar de la revista satírica, que vio sobrepasadas todas las expectativas.
Por tercer día consecutivo, los diputados franceses entonaron La Marsellesa en memoria de las víctimas que dejaron los ataques terroristas de la semana pasada.
A primera hora de la mañana los quioscos empezaban a colgar carteles de “Ya no hay Charlie Hebdo” y en tres horas se habían finiquitado los tres millones de ejemplares distribuidos,
frente a su tiraje habitual de 60 mil.
Sin embargo, el autodenominado “periódico irresponsable” anunció que imprimirá cinco millones de copias de este número, que venderá durante las próximas dos semanas, para que los lectores no tengan que recurrir a la reventa en internet, donde se ofertan ejemplares por 600 dólares.
En la portada, aparece una caricatura del profeta Mahoma entristecido, con una lágrima cayéndole, y bajo el titular “Todo está perdonado”.
El esperado regreso de la revista, con la mitad de páginas que en un tiraje normal y cuya portada fue criticada en Irán, Egipto, Afganistán o Turquía, coincidió con nuevos avances en la investigación, detenciones y reacciones políticas dentro y fuera de Francia.
La Fiscalía belga anunció ayer que detuvo al traficante que vendió a los hermanos Kouachi las armas con las que asesinaron a 12 personas en su asalto al semanario satírico.
Ejemplares del Charlie Hebdo se vendieron en eBay, el sitio de subastas en internet, en más de mil dólares en Estados Unidos y hasta en mil euros en la edición francesa del mismo portal.
Condenan edición
El mundo musulmán no parece aceptar el amargo humor con el que los sobrevivientes de la revista parecen, por un lado, perdonar a sus agresores, y, por otro, emiten un mensaje de acercamiento a los musulmanes.
El mufti de Jerusalén, la máxima autoridad musulmana de la ciudad santa, Mohamed Husein, lamentó la nueva portada de Charlie Hebdo y recalcó que este tipo de caricaturas “deben terminar”.
El mufti manifestó que el Islam “rechaza la personificación del profeta Mahoma”. “Rechazamos la violencia contra cualquier persona, pero también insultar a nuestro profeta con dibujos que ponen palabras en su boca”.
Irán, el país de mayor influencia en el Islam chiita, calificó de “insultante” la portada de Charlie Hebdo, según la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Marzie Afjam.
Por su parte, el grupo chiita libanés Hezbolá afirmó que la portada de Charlie Hebdo contribuye “a apoyar el terrorismo, el extremismo y a los terroristas”.
Ese trabajo es inaceptable y no se puede justificar bajo ninguna consideración”, añadió.
Un tribunal de la ciudad turca de Diyarbakir prohibió difundir la revista, según informó el diario Hürriyet. Lo mismo ocurrió en Senegal.
También la radio de la organización yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en ingléz) consideró “extremadamente estúpida” la publicación de nuevas caricaturas de Mahoma en la revista satírica Charlie Hebdo, blanco de un sangriento atentado.