“¡No puedo respirar!”, fue el grito de guerra de miles de manifestantes el jueves por la noche al cruzar el puente de Brooklyn, recordando lo dicho por Eric Garner, el hombre negro muerto en un violento operativo policial en julio pasado que reavivó las tensiones raciales en Nueva York.
Si la Gran Manzana fue escenario otra vez de varias marchas, la más emotiva, con varios miles de personas, tuvo lugar sin dudas desde Foley Square, en el sur de Manhattan, hasta el centro de Brooklyn, cruzando el mítico puente de Brooklyn.
Familiares de víctimas de la violencia policial y por primera vez muchos negros y latinos participaron de esta manifestación bajo el lema “Esto se acaba hoy”, constató la AFP.
La cita fue en Foley Square, no lejos de la sede del Departamento de Policía de Nueva York, donde la gente se concentró para denunciar la exoneración del oficial blanco Daniel Pantaleo acusado de matar a Eric Garner, de 43 años, tomándolo del cuello durante su detención el 17 de julio.
Los manifestantes, que comenzaron a marchar luego por el puente de Brooklyn, agitaban pancartas que decían “La vida de los negros cuenta” y “El racismo mata”.
Otros cargaban ataúdes negros con los nombres de las víctimas de la violencia policial en Nueva York en los últimos años.
“Ferguson está en todas partes”, rezaban muchos carteles, en referencia a la ciudad de Misuri (centro-sur) donde un jurado decidió hace diez días no procesar a otro policía blanco, Darren Wilson, que mató a un joven negro desarmado, Michael Brown.
Varios helicópteros sobrevolaban el área y cientos de policías controlaban de cerca la manifestación, aunque se mostraron muy recatados evitando toda confrontación.
“No vamos a detenernos hasta que se haga algo”, explicó a la AFP Jonathan, un activista de 40 años.
“No podemos tolerar la impunidad de la policía. El gobierno tiene que hacer algo. Tienen un video mostrando lo que pasó. ¿Que más necesitan?”, lanzó.
Antes de la marcha, el alcalde de Nueva York Bill De Blasio hizo un llamamiento a la calma, reafirmando el derecho a manifestarse, aunque señalando que “la violencia y el desorden” son “erróneos” y “contraproductivos”.
– “Lo mismo que con mi hijo” –
Margarita Rosario, cuyo hijo de 18 años y sobrino de 21 murieron a manos de la policía en 1995, dijo a la AFP que nada cambiaría en la medida en que la ciudad más grande de Estados Unidos, con ocho millones de habitantes, no se parara firme, como sucedió en Ferguson para denunciar la muerte de Brown.
“Este hombre (Garner) les ha rogado (a los policías) que lo dejaran vivir y no hicieron nada. Fue lo mismo que con mi hijo hace veinte años”, denunció.
“Nada va a cambiar aquí hasta que la gente no reaccione como Ferguson”, insistió la mujer, originaria de Puerto Rico y que vive en el Bronx.
Abogados de cinco condados de Nueva York se sumaron a las protestas, informó una letrada, Kelli Ogbuzuo, 29 años, que se encontraba en la protesta.
Según ella, el origen étnico fue “un elemento clave” en la muerte de Garner. “Hubiera sido tratado de manera diferente si hubiera sido blanco”, dijo.
También hubo protestas en Chicago, Boston, Filadelfia y Baltimore. En Washington, un centenar de personas estaban bloqueando una intersección con una rotonda cerca de la Casa Blanca.