El Ministerio de Transportes de Turquía confirmó que un avión turco procedente de la ciudad ucraniana de Jarkov sufrió un intento de secuestro.
Uno de los pasajeros pretendía desviar el avión de su ruta, señalando que llevaba una bomba, pero el aparato aterrizó como estaba previsto en Estambul, donde sigue ahora bajo observación de los equipos de seguridad turcos, señala un comunicado oficial.