Amnistía Internacional (AI) y el Centro de Medio Ambiente, Derechos Humanos y Desarrollo (CEHRD) informaron que la petrolera de capital británico-holandés Shell, habría manipulado los datos sobre las investigaciones del crudo que vertió en el sur de Nigeria y la contaminación que este petróleo causó en la región.
Según el informe, Shell no informó sobre el alcance de las medidas de limpieza en el delta del Níger y minimizó el volumen de algunos vertidos, lo cual significaría que no fue honesta sobre el impacto de la devastación que las actividades de extracción causaron en la zona, dijo la directora de Asuntos Globales de AI, Audrey Gaughran.
Styvn Obodoekwe, director de Programas del CEHRD dijo que la petrolera busca inculpar a terceros amparándose en informes de investigaciones que son expedientes dudosos.
Accufacts, órgano especializado independiente, realizó una investigación sobre varios informes de vertidos, a petición de AI y CEHRD; las conclusiones fueron que los vertidos se atribuyeron de forma errónea a acciones de sabotaje, pero sin contar con pruebas que pudieran confirmar las afirmaciones. Además, señaló que las investigaciones oficiales parecían servir a otro propósito, que era más bien de interés político o bien, los datos eran técnicamnte incompletos.
Un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, dijo que la actividad de las petroleras ha causado un alto nivel de polución en el sur de Nigeria, que podría tardar entre 20 y 30 años en eliminarse del ambiente.
Nigeria no es el único país contaminado por Shell. En 1999 la misma empresa, encabezó la lista de las 500 empresas con más ingresos brutos en el mundo, mientras derramaba 5 mil toneladas de crudo en el Río de la Plata en Argentina, la que hasta hoy, se considera la peor catástrofe de contaminación en aguas dulces de la historia. En 2010, Brasil obligó a la petrolera a indemnizar con 500 millones de dólares a sus trabajadores brasileños que habían sufrido los efectos de sustancias tóxicas durante el periodo de 1977 y 2002. Finalmente, en agosto de 2011 se vertieron 216 toneladas en el mar del Norte en Reino Unido, en el peor desastre medioambiental de ese país en los últimos 10 años.
Con información de RT