El cuerpo de María Eva Duarte de Perón, mejor conocida como Eva o Evita Perón fue reclamado, escondido y codiciado por un periodo de 16 años, hasta que un día como hoy pero de 1971 le fue devuelto a su esposo, el ex presidente argentino Domingo Perón.
¿Qué pasó con el cuerpo durante tantos años?
La muerte de Evita está rodeada de una oscura historia de poder, de crímenes, traiciones y otras circunstancias que aún recuerda un numeroso grupo de argentinos y personas en el mundo afines a su ideología en defensa de las mujeres y los más necesitados.
A la edad de 16 ya figuraba en el ámbito público, pues era una actriz aunque no muy reconocida.
Fue en 1944 cuando Evita conoció a Juan Domingo Perón, entonces secretario de Estado, un año más tarde, el 22 de octubre de 1945 se casaron, Juan Domingo tenía 50 años y Eva 26 años.
Desde entonces María Eva Duarte, participó activamente en la vida política de su país, lucho por el voto femenino, y fue una ferviente y combativa defensora de los derechos sociales y laborales.
Su muerte fue un evento sorpresivo, falleció a los 33 años de edad víctima de cáncer de útero, el 26 de julio de 1952.
Sus restos fueron emabalsamados y miles de personas le rindieron homenaje en el Congreso de la Nación, recibió múltiples honores.
Tres años después, en 1955 cuando Perón fue exiliado y se encontraba en España, exigió a su sucesor el general Lonardi que le devolviera el cadáver de su esposa.
Entonces su cuerpo permanecía sin enterrar y Lonardi decidió destruirlo, pero antes de que pudiera hacerlo fue derrocado por otro integrante de la milicia, el general Aramburu.
El cuerpo de Eva estaba bajo resguardo de un eminente patólogo español, el doctor Pedro Ara quien tiempo atrás fue el encargado de ensamblarlo, pero finalmente fue obligado a entregarlo.
Algunas fuentes señalan que el cadáver fue colocado en un camión militar una noche de diciembre de 1955. Pero al igual que su antecesor, Aramburu tuvo miedo de destruir el cuerpo, debido a la enardecida reacción que tendría el pueblo.
Hubo muchas personas que intervinieron en cuál sería el paradero del cuerpo, así fue colocado en varios depósitos y oficinas hasta acabar escondido en un exclusivo departamento del ayudante de Mori-Koenig, el mayor Antonio Arandia.
Arandia se encontraba en permanente estado alterado, temía que los peronoistas robaran el cadáver por lo que dormía con una pistola cerca de su cama. Una noche al escuchar ruidos disparó pensando que era el enemigo y mató a su propia esposa que estaba embarazada.
El trágico hecho hizo que el Coronel Cabanillas moviera el cuerpo en un extraño viaje. Mandó fabricar varios ataúdes idénticos que fueron dispersados por todo el mundo.
Pero el cajón que contenía el cuerpo de Eva fue llevado a Italia, llegó en 1957 bajo una operación secreta acordada con la Iglesia y sepultado en el Cementerio Mayor de Milán, con el falso nombre de María de Magistris.
Como represalia, la guerrilla peronista secuestró en 1970 al ex gobernante militar Pedro Aramburu y lo ejecutó en una denominada “cárcel del pueblo”, tras acusarlo de la desaparición del cadáver.
Alejandro Lanusse, otro jefe militar decidió años más tarde restituir a Perón el cuerpo de su esposa.
El cadáver momificado fue entregado en 1971 en Madrid, donde el gobernante cumplía su exilio.
Finalmente Eva y Juan Domingo Perón volvieron a reunirse más de 16 años después.