El autoproclamado cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos y otros cuatro acusados se presentaron nuevamente ayer ante una corte en Guantánamo en una audiencia previa al juicio.
Esta serie de audiencias servirán para preparar los detalles del juicio del próximo año en Guantánamo.
El paquistaní Jalid Cheij Mohamed, quien reivindicó los ataques de 2001, apareció con la barba teñida con henna y un turbante, al igual que otro de los acusados, el yemení Walid ben Atash.
“No creo que haya tipo alguno de justicia en este tribunal”, dijo Mohamed durante su comparecencia.
Se trata de la segunda aparición de Jalid Cheij Mohamed y los otros acusados ante el tribunal especial de las comisiones militares en Guantánamo, que fue transmitida por circuito cerrado a la base de Fort Meade, en Maryland.
De ser declarados culpables, los acusados enfrentarán la pena capital.
Denuncian opacidad
Mientras los fiscales se niegan a revelar información clasificada y con parte de los debates de cinco días a puerta cerrada, la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés) y 14 grupos de medios reclaman transparencia.
Sobre la mesa están la tortura y los abusos que los cinco hombres alegan haber sufrido a manos de autoridades estadunidenses.
La ACLU protesta por una demora de 40 segundos en el audio para los periodistas y un número selecto de miembros del público que siguen los procedimientos.
Alegan que la demora permite a los censores militares eliminar declaraciones cuyo contenido consideren que afecta la seguridad nacional.