De acuerdo con una disposición que entró en vigor ayer, todas las dependencias de gobierno del estado de Nueva York están obligadas a ofrecer sus servicios en español y en los otros seis idiomas más hablados por la comunidad inmigrante local.
La medida es la primera en su tipo aprobada en Estados Unidos y tendrá un beneficio potencial para 2.5 millones de personas que a menudo no podían acceder a servicios esenciales, como atención médica o el derecho a denunciar un crimen en su contra.
Firmada por el gobernador Andrew Cuomo, la disposición ordena que en un plazo de seis meses todas las dependencias del gobierno deben ofrecer su información esencial en traducciones –en español, coreano, chino, ruso, italiano, francés y creole–, así como intérpretes en tales idiomas.
Organismos civiles celebraron la medida, firmada por el gobernador el 6 de octubre de 2011, debido al enorme efecto que puede tener en la vida de los habitantes ordinarios de la ciudad y el estado.
La disposición adopta un enfoque radicalmente diferente al de entidades como Arizona, Alabama, Georgia e Indiana, que han aprobado recientemente duras legislaciones antiinmigrantes.
“En vez de promover el miedo y la división, el estado de Nueva York ha adoptado un enfoqueque mira hacia adelante”, expresó Nisha Argwai, directora alterna del Centro de la Democracia Popular, un organismo de defensa de los derechos civiles.
