Un ataque contra elementos de la base Camp Bastion de la OTAN en Afganistán, donde está destacamentado el príncipe Harry de Inglaterra –quien salió ileso– ha dejado dos marines de Estados Unidos muertos, informaron autoridades militares.
Al menos cinco soldados estadunidenses resultaron heridos en el ataque de ayer al complejo Camp Bastion, en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, reportó la cadena Al Jazeera.
El ataque se ha producido hacia la medianoche afgana y responde a la amenaza realizada el pasado lunes por los talibanes afganos, que han asegurado estar determinados a acabar con la vida del príncipe británico.
Los informes iniciales indicaron que los atacantes rompieron la valla que cerca el recinto y utilizaron una variedad de armas, incluyendo morteros y granadas propulsadas por cohetes.
El príncipe Harry se encontraba en Camp Bastion, la principal base militar de la coalición internacional en la provincia afgana, en el momento del ataque, pero en un lugar distante y seguro, aseguraron fuentes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El ataque con armas ligeras, morteros y cohetes comenzó alrededor de la medianoche, hora local, señaló el sargento Bob Barko Jr., del centro de prensa de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Segurida (ISAF).
“El príncipe Harry nunca estuvo en peligro”, señaló el portavoz Martyn Crighton, y agregó que la ISAF investiga si su presencia en la base había motivado el ataque.
Harry regresó hace sólo unos días a ese país para una misión de cuatro meses como piloto de helicóptero de las Fuerzas Aéreas británicas, informó el Ministerio de Defensa en Londres.
