El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, instó ayer a Estados Unidos a frenar la “caza de brujas” contra esa plataforma en su primera declaración pública desde que se refugió en la delegación ecuatoriana en Londres hace dos meses para evitar su extradición a Suecia.
El australiano compareció desde el balcón de esa legación en un momento de creciente tensión entre Reino Unido, que pretende cumplir con su “obligación legal” de entregarlo a la justicia sueca, y Ecuador, que el jueves concedió asilo político al hacker.
Assange arrancó su discurso agradeciendo el apoyo a “ese valiente país latinoamericano” y el coraje de su presidente, Rafael Correa, “por haber dado la cara por la justicia”.
En un mensaje directo al presidente estadunidense, el australiano instó a Barack Obama a “hacer lo correcto” y poner fin a lo que considera una “caza de brujas” contra WikiLeaks.
“Estados Unidos debe disolver la investigación del FBI, debe jurar que no procesará a nuestros empleados. EU deben comprometerse ante el mundo a que no perseguirán a los periodistas por arrojar luz sobre los crímenes secretos de los poderosos”, declaró Assange en una intervención plagada de vítores.
