La planta Volkswagen Puebla, uno de los complejos automotrices más importantes de México, enfrenta un conflicto laboral sin precedentes. El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen de México (Sitiavw) exige un aumento salarial directo del 14%, el más alto en la última década, con fecha límite al 18 de agosto para alcanzar un acuerdo.
De no concretarse la negociación, más de 7 mil trabajadores iniciarían una huelga ese mismo día a las 11:00 horas, lo que paralizaría la producción de los modelos Jetta, Tiguan y Taos, destinados tanto al mercado nacional como a países como Estados Unidos, Canadá y Alemania.
El contexto no es favorable para la armadora alemana. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que, entre enero y julio de 2025, la producción cayó 19.75%, pasando de 232 mil 399 unidades a 186 mil 484 vehículos. El modelo Tiguan sufrió una reducción del 41.7%, mientras que el Jetta retrocedió 14.8%. Solo el Taos registró un ligero incremento del 5.2%.
En cuanto a exportaciones, la baja fue del 21.3%, con una fuerte caída en el mercado estadounidense de 15.7%. En el primer semestre del año, la contracción alcanzó el 21.2%, afectando gravemente las finanzas y la capacidad operativa de Volkswagen.
A pesar de este escenario, el sindicato argumenta que la inflación y el poder adquisitivo de los trabajadores justifican la demanda de un incremento de doble dígito, superando ampliamente las negociaciones previas que oscilaron entre el 4.5% y el 10.59%.
Las negociaciones comenzaron esta semana en Puebla, pero podrían trasladarse al Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) en Ciudad de México si no hay avances. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Puebla y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) han hecho un llamado a la conciliación, mientras que el Gobierno del Estado actúa busca priorizar el diálogo para evitar afectaciones económicas.
De no llegar a un acuerdo, la huelga no solo impactaría la producción y exportaciones, sino también a la cadena de suministro y empleos indirectos que dependen de la planta.