El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, ordenó una investigación para deslindar responsabilidades por la colocación de dispositivos de baja calidad en piezas, pinturas y libros de los 21 museos estatales, medida adoptada durante la administración del fallecido exmandatario Miguel Barbosa Huerta.
La directora de Museos Puebla, María José Farfán Ortega, reveló que los dispositivos instalados en miles de piezas históricas corresponden a sensores usados comúnmente en tiendas departamentales para evitar robos.
“Son chips de ropa, ese es el problema, de los que tienen las tiendas departamentales (…) Cuando se pusieron no se pensó en el daño que podían ocasionar”, señaló.
De acuerdo con la funcionaria, el pegamento utilizado en su colocación tenía una vigencia de un año, ya vencida, lo que ha generado afectaciones al acervo. Entre los bienes en riesgo se encuentran los libros de la Biblioteca Palafoxiana, considerada la más antigua y grande de Puebla, con más de cinco mil manuscritos y un vasto acervo documental.
Orden del INAH y dictamen en curso
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) instruyó en septiembre de 2024 al Gobierno de Puebla retirar los chips, debido al riesgo que representan para la preservación del patrimonio.
Actualmente, Museos Puebla trabaja con especialistas en restauración para elaborar un dictamen que determine la forma más segura de retirarlos sin ocasionar mayores daños.
Investigación contra exfuncionarios
El gobernador Alejandro Armenta pidió que se proceda tanto en lo técnico como en lo jurídico:
“ni perseguimos ni protegemos, hay que resolver pero que se deslinden responsabilidades a quien corresponda”, puntualizó.
El proyecto de inventario fue impulsado en 2021 por Miguel Barbosa y encomendado al entonces secretario de Cultura, Sergio Vergara Berdejo, así como a la exdirectora de Museos, María de los Ángeles Rodríguez Elizalde. Finalmente, el trabajo concluyó en enero de 2023, meses antes de la orden del INAH para retirar los dispositivos.
Museos Puebla también atribuyó daños a la Biblioteca Palafoxiana durante el gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina, derivado de los conciertos “Candlelight”, que recibieron hasta 200 personas en un espacio diseñado para grupos reducidos de 20 a 30. El exceso de aforo habría ocasionado deterioro en el piso del recinto.