El colectivo Mujeres por el Derecho al Cuidado y Una Vida Libre de Violencia emitió un posicionamiento contundente en defensa de los derechos humanos, la sororidad y la transparencia, en respuesta a los recientes acontecimientos que han puesto en el ojo público a colectivos y activistas de Puebla, tras el polémico caso de Sheridan Mata Balderas, fundadora del Frente Poblano de Mujeres Contra Deudores Alimentarios.
El colectivo Mujeres por el Derecho al Cuidado destacó que la lucha feminista ha sido una plataforma esencial para avanzar en beneficio de toda la sociedad. Sin embargo, denunciaron que intereses personales han distorsionado en algunos casos la ética y la honestidad de estos movimientos, poniendo en duda la legitimidad de denuncias y solicitudes de apoyo realizadas por víctimas de diversas violencias.
“No permitamos que casos aislados desvirtúen nuestras causas ni desacrediten a las verdaderas víctimas que buscan justicia”, expresaron.
Asimismo, hicieron un llamado a las autoridades a mantener un compromiso equitativo en la atención de denuncias, investigando y resolviendo cada caso con el mismo nivel de compromiso.
El posicionamiento también incluyó una invitación a quienes han utilizado a víctimas para fines personales a reflexionar y aprender. “Que esta situación no nos haga claudicar ni silencie nuestra voz”, concluyeron.
Controversia en el Frente Poblano de Mujeres contra Deudores Alimentarios
Este pronunciamiento llega en un contexto marcado por la polémica en torno a Sheridan Mata Balderas, fundadora del Frente Poblano de Mujeres contra Deudores Alimentarios.
Mata fue reportada como desaparecida el 26 de diciembre, generando alarma entre colectivos feministas. Sin embargo, tras ser localizada, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla confirmó que se ausentó voluntariamente y desmintió informaciones sobre un supuesto embarazo.
Además, la activista enfrenta denuncias por ciberacoso y falsedad de declaraciones. Según la abogada María del Coral Zavaleta, sus clientes –señalados por Mata como deudores alimentarios– han demostrado no tener adeudos ni antecedentes de violencia familiar.
Exintegrantes del colectivo también denunciaron que Mata instrumentalizó la lucha para beneficios personales, cobrando cuotas a las madres y desviando fondos destinados a la causa.
Diana González, cofundadora del Frente, lamentó que el movimiento se desvirtuara. “Comenzó como un esfuerzo colectivo, pero se convirtió en un negocio familiar”, afirmó, detallando cómo las cuotas impuestas por Mata incluían desde gastos de gasolina hasta terapias con un familiar suyo.