El cáncer de mama es una enfermedad catastrófica que llega sin previo aviso, se mete en tu vida y afecta no solo al paciente sino a toda su familia. Es de todos los colores, menos rosa. Las pacientes no solo se enferman en octubre, se enferman todo el año.
Esta es la historia de Araceli Peña Molina, una sobreviviente de cáncer de mama bilateral, que a los 29 años fue diagnosticada con esta enfermedad impagable. El jueves recibió un reconocimiento por parte de la bancada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Congreso de Puebla.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama que se celebra el 19 de octubre de cada año, Araceli Peña observa una gran desigualdad en el tratamiento y acceso a medicamentos oncológicos.
“Soy Araceli Peña y soy paciente oncológica de por vida. Desgraciadamente tuve que atravesar toda esta enfermedad, pero no solo yo, también mi familia porque el cáncer es una enfermedad que no solo enferma al paciente, sino a su familia y todo su alrededor”, dijo a Reto diario.
Peña advierte que de enero a junio de 2024 casi se ha duplicado el número de casos en comparación con el 2023, lo que significa que el cáncer de mama y el cáncer cérvico uterino van en aumento y es preocupante, pues más del 80% de los casos es detectado en etapa avanzada y se descubre cada vez más a corta edad.
De ahí la importancia de ampliar las campañas para tamizaje en zonas rurales y dejar de gastar en moños rosas. Esta prueba permite identificar enfermedades o trastornos no diagnosticados en personas asintomáticas.
No solo la detección oportuna es importante, sino también el acceso a la atención médica cercana y pública, a tratamientos y médicos especializados, así como a atención psicológica para los pacientes y sus familias.
También advierte que los medicamentos para “matar el cáncer” tienen efectos secundarios, como afectaciones en el hígado, el corazón, el páncreas, menopausia inducida, infartos y osteoporosis temprana.
“El cáncer es de todos los colores, menos rosa”
La situación no es la misma para las pacientes que viven en zonas alejadas de la ciudad de Puebla y para aquellas que tienen acceso a atención privada.
“Todos hablan de una detección oportuna, pero nadie habla de la falta de acceso a médicos generales, clínicas. Necesitamos que nos escuchen, que nos volteen a ver, a las pacientes y a las familias. El cáncer es de todos los colores, menos rosa, creo que tenemos que dejar de romantizar una enfermedad tan catastrófica y tan trágica”, compartió la sobreviviente.
Araceli Peña es madre de una pequeña de cuatro años, llevaba una vida normal y en enero de 2023 recibió el diagnóstico de cáncer de mama bilateral. Para ella, el proceso es preocupante, agotador y deprimente.
Esta enfermedad cambió su vida y la de toda su familia, su día a día se convirtió en visitas a oncólogos, psicólogos, clínicas de quimioterapias, quirófanos y radioterapias. Recibió 16 quimioterapias, 25 radiaciones bilaterales, la menopausia inducida y mastectomía radical bilateral.