La empresa Spesa dedicada al manejo de residuos biológicos infecciosos a raíz de la pandemia del Covid-19, que obtuvo la licitación que lanzó la Profepa, ha incurrido en una serie de irregularidades, por no tratar adecuadamente los desechos que recoge de los hospitales, ya es investigada por la Fiscalía General de la República, afirmó el gobernador Luis Miguel Barbosa.
Señaló que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente clausuró el centro de acopio de residuos peligrosos biológico-infecciosos en Puebla, por no cumplir con su manejo adecuado, ubicado en el municipio de Cauautinchán.
El centro de acopio realizaba el servicio de recolección, transporte, acopio y tratamiento de los residuos peligrosos biológico-infecciosos (RPBI) sin contar con resolutivo en materia de impacto ambiental, ni autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para prestar servicios de incineración y esterilización de estos residuos.
Además, su almacén no contaba con las medidas adecuadas para el almacenamiento, las cajas de refrigeración no funcionaban, rebasaba su capacidad de almacenamiento, encontrando.
Residuos peligrosos biológico-infecciosos (RPBI) fuera del almacén a cielo abierto y sobre suelo natural, con presencia de derrames de líquido hemático (sangre) y otros líquidos corporales.
Y es que el inadecuado manejo que realiza esta empresa representa un riesgo ambiental y de salud de la población de manera directa y potencial, porque se impuso la clausura total temporal.
La Profepa continuará con el procedimiento administrativo hasta observar que la empresa implemente la medida de urgente aplicación y de cumplimiento a sus obligaciones que le establece regulación en materia de residuos peligrosos y la Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002.
Por ello, la Procuraduría presentó la denuncia penal correspondiente ante la Fiscalía General de la República (FGR) por delito contra la gestión ambiental.