El Banco Mundial mantiene su previsión de crecimiento para América Latina y el Caribe en un 2.3% para 2025 y un 2.5% para 2026, con una mejora para las perspectivas de México, que se acercará a un crecimiento del 2% en 2027.
El organismo explicó que, aunque se observa una ligera mejora regional, el contexto mundial se ha vuelto más desafiante.
“El panorama global es más complejo debido a la ralentización de la reducción de tasas de interés, lo que encarece la financiación externa y limita la capacidad de los países latinoamericanos para bajar sus propias tasas”, señaló William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del BM.
Según el informe “Emprendimiento transformador para el empleo y el crecimiento” del Banco Mundial, que actualiza las proyecciones de junio de 2025, advierte que la región sigue enfrentando desafíos estructurales como:
- Desaceleración de la reducción de tasas de interés: esto encarece la financiación externa y limita la capacidad de los países para bajar sus propias tasas
- Fuerza laboral menos calificada: un obstáculo para el crecimiento y la productividad
- Infraestructuras débiles: un problema persistente que afecta el desarrollo económico
- Violencia e incertidumbre asociadas al crimen organizado: un desafío significativo para muchos países de la región
A pesar de estos desafíos, algunos países muestran perspectivas favorables:
- México: se espera que la economía mexicana crezca un 0,5% este año y un 1,4% el próximo año, impulsada por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)
- Brasil: mantiene su previsión de crecimiento en un 2,4% para 2025 y un 2,2% para 2026, a pesar de los aranceles impuestos por Estados Unidos
- Argentina: reduce su previsión de crecimiento, pero destaca su notable rebote económico tras dos años de recesión
- Costa Rica y Panamá: mantienen su tendencia al alza con estimaciones de crecimiento del 3,6% y 3,9%, respectivamente
Maloney asegura que los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han impactado en las economías de la región, pero no ha sido tan grave como se esperaba.
“Los aranceles han introducido mucha incertidumbre en el sistema de comercio mundial, y esta ha deprimido la inversión en toda la región. Pero el impacto real de los aranceles sobre las exportaciones de Latinoamérica probablemente es menor de lo que se podría pensar”, afirmó.