Los empresarios afiliados a la Asociación de Empresas de la Construcción reiteraron su interés de mantener una permanente interlocución con los legisladores estatales, con el fin de aportar propuestas y exigir un trabajo transparente y autónomo a quienes integran la LIX Legislatura.
Javier García Ángeles, dirigente del organismo gremial, reconoció las exigencias ciudadanas, que piden a los diputados una correcta rendición de cuentas que avale los votos que los llevaron al Congreso del Estado.
Al reunirse con el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional y diputado local, Pablo Fernández del Campo, los constructores le pidieron asumir una postura crítica e independiente, ante las presiones y aprobación fast track de muchas iniciativas que son avaladas por la mayoría panista.
El dirigente patronal, resaltó la importancia de un análisis detallado de cada dictamen, que garantice aprobar o rechazar propuestas y evitar detonar en Puebla crisis como la de Chalchihuapan.
Pablo Fernández del Campo se refirió a su trabajo en el órgano legislativo, donde dijo, ha manifestado en tribuna su inconformidad ante varias iniciativas que demandan un mayor análisis para su aprobación.
El todavía dirigente del tricolor, negó dejar al Revolucionario Institucional dividido y en una crisis de credibilidad.
Fernández del Campo manifestó que sus correligionarios se caracterizan por su pluralidad y respaldo a quienes llegan a encabezar los principales sectores de su partido.
El también diputado se refirió a su próximo relevo señalando que como siempre será disciplinado con las decisiones del Comité Ejecutivo Nacional, pero sobre todo con la voluntad de los priistas poblanos. Confió en que el PRI mantenga filas cerradas y demuestre unidad para fortalecer a quien llegue a la dirigencia estatal.
Finalmente, los integrantes del Consejo Directivo de AECO refrendaron su petición de contar con legisladores críticos que defiendan la autonomía de un Congreso del Estado y que garanticen aprobar iniciativas congruentes a favor de la ciudadanía y no de los intereses del poder.