El cantante de narcocorridos Gerardo Ortiz evitó la prisión tras colaborar con el FBI en un caso judicial relacionado con el lavado de dinero para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Ortiz se declaró culpable en 2024 por realizar transacciones financieras con empresas señaladas como fachada para actividades ilícitas del CJNG, pero logró un acuerdo que le permitió continuar con su carrera.
La investigación federal se originó tras varios conciertos en México en 2018, organizados por la empresa Gallística Diamante, ligada a Jesús Pérez Alvear, operador financiero del CJNG, y Del Records, cuyo CEO es José Ángel del Villar, exmánager de Ortiz y actualmente procesado por cargos similares.
Pese a advertencias del FBI en 2018, Ortiz participó en eventos donde habría recibido cerca de 1.5 millones de dólares. Su testimonio fue clave para el juicio contra Del Villar, a quien señaló como responsable de insistir en que continuara con los conciertos, a pesar de las advertencias legales. El exmánager enfrenta una posible condena de 78 meses de prisión y una multa de 300 mil dólares.
Gerardo Ortiz enfrentó el proceso en libertad tras declararse culpable y pagar una fianza. La cooperación con el FBI le permitió evitar la cárcel y mantener su actividad artística, con próximos conciertos programados.