Luis Ángel “El Flaco” lamenta la pérdida de su hija y destaca la relevancia de pensar antes de actuar. A través de un video en Facebook, el cantante expresó su incredulidad ante la tragedia, siendo un golpe inesperado en un momento en que disfrutaba de su vida personal y profesional.
A pesar de la adversidad, “El Flaco” utiliza su experiencia para transmitir un mensaje valioso a los jóvenes: cuidar de sí mismos y considerar las posibles consecuencias de sus acciones.
El cantante hace referencia al incidente que condujo a la muerte de María Fernanda, compartiendo que se metió a nadar en estado etílico, desafiando las condiciones peligrosas de la marea y la oscuridad de la noche. Agradece a quienes intentaron rescatar a su hija y se dirige a los jóvenes con un llamado a ser cautelosos y sensatos, evitando decisiones impulsivas que puedan tener consecuencias trágicas.
“Jóvenes, muchachos que andan en la fiesta, que andan en todo lo que es el desmadre, cuídense, no saben el dolor que le dejan a la familia por una mala decisión, tal vez tomada por andar sin pensar las cosas, no sé cómo llamarlo, dejan un vació bien cabr… que no sé cuánto tiempo va a durar para entender lo que está pasando”.
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Con empatía hacia los padres, “El Flaco” aconseja ser estrictos con sus hijos, priorizando su seguridad por encima de la posibilidad de conflicto. Su mensaje también resalta cómo las libertades actuales presentan nuevos desafíos para la crianza y supervisión de los jóvenes.
En un tono reflexivo, el cantante recalca la importancia de pensar en las implicaciones de las acciones antes de llevarlas a cabo. Su historia personal sirve como recordatorio de que algunas decisiones no permiten segundas oportunidades y pueden generar un dolor irreparable.
El dolor de Luis Ángel lo hizo compartir un mensaje que trasciende la tristeza personal, buscando influir positivamente en la juventud. Su historia es un testimonio de la realidad de los peligros que pueden surgir de decisiones apresuradas y busca evitar que otras familias experimenten el mismo sufrimiento.