A 14 años de su pérdida, miles de seguidores del “Rey de Pop” lo siguen recordando por su icónica carrera, permaneciendo como una de las estrellas más grandes de la música.
Michael Jackson conquistó la escena musical de toda una década por su propuesta musical, por ello su muerte conmocionó a toda una generación que hasta la fecha se pregunta si su muerte corresponde con un misterio o un crimen.
La vida del cantante siempre estuvo envuelta en la polémica, debido a que muchas de las características de este artista provocaron que sus fans y sus opositores se cuestionaron sobre los cambios radicales a los que se sometió.
Uno de ellos fue su cambio de color de piel, durante la década de 1980, pues al pasar de una piel negra a una piel notablemente más clara, la gente especuló sobre los posibles tratamientos a los que se sometía.
Tras los cuestionamientos, el cantante dio una entrevista a la presentadora Oprah Winfrey, en la que aseguró que el cambio en su color de piel se debía a una enfermedad que le provocaba manchas en el cuerpo.
“En primer lugar, que yo sepa, no hay nada llamado ‘blanqueamiento de piel’. No he visto algo así. No sé qué es (…) Esta es la situación. Tengo un desorden en la piel que destruye la pigmentación de la piel. Es algo que no puedo remediar, pero la gente inventa historias de que no quiero ser quien soy y eso me lastima”, dijo.
Sin embargo, un nuevo documental entrega detalles hasta ahora desconocidos del “Rey del Pop”, se trata de “Killing Michael Jackson”, dirigida y producida por ZigZag, y que tiene los testimonios de Orlando Martínez, Dan Myers y Scott Smith, los tres detectives que participaron en la investigación inicial de la muerte del cantante.
En el documental se revela que padecía vitíligo y el médico que la aplicó Cristopher Rogers confirmó que el cantante tenía “vitíligo, enfermedad que afecta la pigmentación de la piel (…) así que, algunas áreas de la piel son claras y otras oscuras”.
Otros pormenores que reveló su autopsia es que el hombre era totalmente calvo, tenía el cuerpo lleno de cicatrices por las múltiples cirugías estéticas a las que se sometió, además de que aparentemente presentó una batalla contra la anorexia.
Asimismo, se reveló que su cadera, muslos y hombros presentaban terribles marcas de pinchazos por las inyecciones de analgésicos que recibía a diario de su médico personal, Conrad Murray, quien fue declarado culpable de homicidio involuntario por administrar incorrectamente la droga que condujo a la muerte del artista.
Sus labios eran prácticamente inexistentes, por lo que en su lugar había un tatuaje rosa, igual que en sus cejas, su nariz tenía una serie de cicatrices a causa de las innumerables cirugías.
Hasta el momento, no se sabe cuántas cirugías se hizo a lo largo de su vida, pero se considera que en casi todo su cuerpo tenía cambios estéticos.