El baterista del grupo de metal industrial Rammstein, Christoph Schneider, emitió un amplio comunicado sobre los acontecimientos que rodean a la banda en torno al vocalista Till Lindeman, quien actualmente se encuentra bajo investigación por parte la fiscalia en Berlín.
En el mensaje Christoph, de 57 años, expresó:
“Querida gente, me gustaría compartir mis emociones y pensamientos personales con ustedes. Las acusaciones de las últimas semanas nos han sacudido profundamente como banda y a mí como miembro del grupo. Seguramente también han afectado a ustedes, nuestros fieles seguidores. Me siento en estado de shock por las cosas que se han compartido en las redes sociales y en los medios de comunicación acerca de nuestro cantante. Este ha sido un torrente de emociones para nosotros, los miembros de la banda y el equipo”.
El baterista dejó claro que no cree que haya ocurrido algo criminalmente relevante, refiriéndose a acusaciones de uso de drogas o actos ilegales. Según sus palabras, “nunca ha presenciado ni escuchado algo similar por parte de su equipo de 100 personas”. Sin embargo, reconoció que han sucedido situaciones que, aunque legales, no considera adecuadas desde un punto de vista personal.
Schneider resaltó que las fiestas privadas de Till no deben confundirse con las fiestas oficiales del grupo.
“Till se ha distanciado de nosotros en los últimos años y ha creado su propia burbuja, con su propia gente, sus propias fiestas, sus propios proyectos… Eso me entristece, definitivamente y también es importante para nosotros decir que esas fiestas no deben confundirse con las que hacemos de forma oficial después de los conciertos”.
Schneider mencionó que “todos los invitados que se encuentren en la zona de bastidores (durante los conciertos de Rammstein) son libres de marcharse cuando lo deseen. Puede que tengan que esperar un poco para que un miembro de seguridad les lleve a la salida, pero pueden irse cuando quieran”.
También, aseguró que todas las botellas que están disponibles en los eventos “están precintadas y se abren delante de los invitados o ellos mismos las abren”, además aclaró que:
“En todo momento hay agua y bocadillos, así como seguridad y atención médica, siempre disponibles. Queremos que todos nuestros invitados se sientan cómodos y seguros con nosotros. Esa es nuestra norma así que lamento oír que algunos no se sintieron así. Tenemos los mejores aficionados del mundo y todos merecen ser tratados con respeto”.
Finalmente, Christoph Schneider pidió que esta disputa pública en torno a la banda no alimente los extremos, ni los comportamientos negativos en las redes sociales ni las tendencias paternalistas que niegan a las mujeres jóvenes la capacidad de tomar decisiones sobre su sexualidad. Asimismo, enfatizó la importancia de no culpar a las víctimas y deseó un proceso de reflexión y procesamiento tranquilo y sensato tanto para la banda como para todos los involucrados.
“Lo siento por todos los que no se sintieron cómodos o seguros entre bastidores con nosotros. También por Shelby se merecía un gran concierto y una noche maravillosa”, dijo en referencia a la joven que inició las denuncias contra Rammstein en su cuenta de Twitter.