La tarde de este sábado se reportó el fallecimiento del primer actor Ignacio López Tarso a los 98 años tras permanecer una semana en el hospital por una oclusión intestinal y neumonía. La noticia fue confirmada por el Festival Internacional de Cine de Morelia.
Ignacio López Tarso fue uno de los actores más importantes en la industria del cine mexicano, dejó un gran legado en su paso por el teatro, el cine y la televisión mexicana a lo largo de más de siete décadas, por su gran actuación en cintas más representativas del séptimo arte nacional.
Con más de 60 largometrajes, 30 obras de teatro, 35 telenovelas y participaciones en programas de televisión diferentes, el legendario actor mexicano entregó su vida al arte. Ganó dos premios Ariel, un premio por su carrera en el Festival de Cine Independiente Chamizal, un Premio Bravo, un premio de la Asociación de Cronistas y Periodistas Teatrales, dos premios del Festival Internacional de Cine de San Francisco y un premio de los Periodistas Cinematográficos de México.
Uno de sus papeles más recordados, es el del campesino “Macario”, dirigida por Roberto Gavaldón, basada en la novela del mismo nombre de B. Traven, que se basa en la historia de un humilde campesino que vive obsesionado con la pobreza que sufre y el miedo a la muerte que su familia y él viven, por lo que comienza a añorar poder disfrutar de un guajolote sin tener que compartirlo con nadie.
Fue la primera película mexicana en ser nominada a un premio de la Academia por Mejor Película en Lengua Extranjera. Además, fue inscrita en el Festival Internacional de Cine de Cannes de 1960. “Macario” mostró la tradición del pueblo mexicano con la muerte y la belleza que radica en estas costumbres.
Ignacio López Tarso inició en el teatro; sin embargo, el cine le dio la oportunidad de proyectar su carrera, su debut en el cine fue en 1954 con la película “La desconocida”, aunque el mismo actor admitió que este le dejó un mal sabor de boca por la irrelevancia de su personaje.
También interpretó a Francisco Gabilondo Soler, conocido como “Cri Cri” en 1963 y estuvo en dos adaptaciones de las novelas de Juan Rulfo, “El Gallo de Oro” (1964) y “Pedro Paramo” (1967).
Asimismo, estuvo en dos películas mexicanas que sufrieron la censura del estado mexicano cuando era controlado por el Partido de la Revolución Institucional (PRI), partido del que era militante y simpatizante.
“Rosa Blanca” no fue del gusto general, lo que provocó que la cinta estuviera censurada por el gobierno mexicano durante 11 años. La cinta de 1960, dirigida por Roberto Gavaldón, basada en la obra literaria de B. Traven la cual retrató el interés de las empresas extranjeras por el oro negro abundante en el territorio mexicano y la expropiación petrolera llevada a cabo por el expresidente Lázaro Cárdenas.
López Tarso, interpretó a Jacinto Yáñez, un campesino veracruzano dueño de “Rosa Blanca”, una hacienda donde se cultivaba mango y tabaco la cual se volvería el objetivo de empresas estadounidenses que harían todo por adquirirla. Cuando la película estaba a punto de estrenar, el gobierno de Adolfo López Mateos no permitió su proyección hasta 1972.
Algunos críticos de cine han señalado que el motivo habría sido el haber exaltado y mostrado afinidad al cardenismo y las políticas nacionalistas que este impulsó, lo cual iba en contra de la política de los gobiernos priistas y las buenas relaciones con los Estados Unidos.
Para 1960, el cineasta Julio Bracho, buscó adaptar una novela acerca del periodo posterior a la Revolución Mexicana y decidió adaptar la novela de Martín Luis Guzmán, “La Sombra del Caudillo”, donde adaptaron el guion contando la historia de un ambicioso general, Ignacio Aguirre, quien busca la presidencia de la mano del “caudillo”.
El primer actor, interpretó a Hilario Jiménez, general que buscará la silla presidencial contra Ignacio Aguirre. En la película se hace una crítica al gobierno emanado de la Revolución que había caído en la misma corrupción, excesos y despotismo que habían pretendido eliminar con el alzamiento contra Porfirio Díaz.
Una vez finalizada la cinta, fue revisada por la Legión de Honor, asociación militar prestigiosa quienes, al verla, opinaron que denigraba a la Revolución y el secretario de la Defensa Nacional, en aquel tiempo, Agustín Olachea, pidió que se le hicieran correcciones.
Se dice que lo que causó el enojo del estado mexicano, es que en la cinta se habló de la Masacre de Huitzilac, en la que el ejército mexicano fusiló de forma extrajudicial a Francisco Roque Serrano y su comitiva en una carretera.
De igual manera, se especuló que los motivos para que fuera censurada, vinieron del descontento del Ejército Mexicano, pues algunos investigadores han señalado que en la Legión aún estaban algunos de los militares implicados en la Masacre.
Entre las cintas que son íconos dentro del cine mexicano, se encuentran:
- Nazarín (1959)
- Macario (1960)
- La sombra del Caudillo (1960)
- El gallo de oro (1964)
- La vida inútil de Pito Pérez (1970)
- El Profeta Mimí (1973)
- Rapiña (1975)