Guadalajara, Jalisco. La experiencia sobre el escenario se nota y Angélica María y Enrique Guzmán son expertos en presumirlo. La noche de ayer, el Teatro Galerías se llenó de nostalgia ante la presencia de estos dos exponentes que desempolvaron los éxitos que los llevaron a la fama.
La llamada “Novia de México”, Angélica María fue quien se adueñó del escenario durante la primera hora del espectáculo que prometía unir su peculiar voz a la rebeldía y galanura de Enrique Guzmán. Desde los primeros acordes, el público no dudó en saturar el espacio artístico de aplausos luego de que sonaran fragmentos de la popular melodía A dónde va nuestro amor.
Angélica María no sólo demostró porqué se consolidó como una de las máximas intérpretes del romanticismo mexicano, también aprovechó el encuentro con los tapatíos para compartir su sentido del humor y refrendar el cariño que siente por Guadalajara al dedicarle Con un beso pequeñísimo.
La lírica de icónicos compositores mexicanos llegó a manos de la cantante al recordar a Armando Manzanero con Paso a pasito, y después rendir homenaje al autor Luis Demetrio con El día.
Angélica María destacó que hace 17 años llegó por primera vez a la Perla Tapatía para conocer la devoción de sus seguidores hacia su música, por lo que aseguró que este espectáculo era tan sólo una muestra del cariño que ella también siente por tanta felicidad, expresando que “amor con amor se paga”.
Clásicos como Imaginación sorprendieron a los más de dos mil 500 asistentes que disfrutaron de una versión sazonada con jazz y posteriormente dar un giro total de género para cantar un par de rancheras como La basurita.
Con el público del pie y las ovaciones por todo lo alto, Angélica María complació al recordar a Eddy, Eddy.
Con el mismo entusiasmo la audiencia recibió a Enrique Guzmán que sin pensarlo dos veces ofreció un repertorio cargado de rock con Pensaba en ti, Popotitos, Payasito y Agujetas de color de rosa y La plaga, por ejemplo.
