Un frente de mal tiempo afecta desde la semana pasada a la ciudad de Los Ángeles, motivo por el cual los organizadores del Oscar se percataron, hace días, que la alfombra roja de este año podría ser menos glamorosa que en ocasiones anteriores. Pero el clima finalmente respetó a las estrellas de Hollywood.
Los paraguas y bolsas de nylon se tuvieron que guardar y la alfombra roja de la 86 edición inició sin estrellas mojadas y eso sí muy glamorosas, como suele ser cada entrega de los premios de la Academia.
Los informes meteorológicos aseguraban que sólo hay un 25% de probabilidades de chubascos para la hora en que circulen las estrellas por la entrada del Teatro Dolby.
Un pronóstico efectivo como se pudo percatar con la llegada de una de las primeras estrellas, totalmente seca, la actriz y cantante Liza Minelli, quien por cierto recientemente aseguro que si el Oscar al Mejor Actor no lo ganaba Matthew McConaughey, por Dallas Buyers Club, ella le daría el suyo, el único que tiene en su haber por Cabaret y que obtuvo en 1973.
Después llegaría el cineasta mexicano nominado a Mejor Director, Alfonso Cuarón, por su película Gravity, acompañado por su esposa Sheherazade Goldsmith.
Una de las actrices más socorridas para declaraciones y por su atuendo siempre a la moda fue la actriz de origen keniano pero nacida en México, Lupita Nyong’o, quien en su paso por la alfombra roja de los premios de la Academia confesó que como cábala, para llevarse el premio a la Mejor Actriz de Reparto por 12 Years A Slave, comió su platillo favorito este domingo: tacos de carne asada.




