En abril de este año Roger Rodas se estrelló contra la pared en una sesión de práctica de la Pirelli World Challenge. En aquella ocasión, su amigo el actor Paul Walker le prestó su Ford Mustang Boss 302S para que pudiera regresar a la carrera y lograra su mejor posición con un segundo puesto en el campeonato de la Copa del Conductor Pirelli.
Ocho meses depués, Rodas y Walker se estrellaron contra un árbol a las afueras Los Ángeles, California y ambos murieron al instante, según los reportes de la polícia forense.
Debido a la explosión que sufrió el Porsche GT, después del impacto, los cuerpos de los dos amigos fueron catalogados como “no idenficables” y requerirán de la revisión de sus placas dentales para la identificación oficial.
Roger Rodas era amigo intímo del protagonsista de la saga Rápido y Furioso, además de ser piloto, también era empresario y filántropo, así como asesor financiero personal de Walker y de una larga lista de celebridades.
Rodas iba conduciendo el auto rojo, él y Paul habían sido rivales en las pistas y su amistad terminó rumbo a una cita de benéfica.
Paul Walker se encontraba en medio de la séptima entrega de la saga de Rápidos y Furiosos. Esta baja en el elenco pone en aprietos a la producción que está encabezada por James Wan direcctor de la cinta.
“Estoy con el corazón roto. No puedo procesar nada”, escribió Wan a través de su cuenta de Twitter.
Sin mayores versiones oficiales que un comunicado de Universal Pictures, en donde se lee: “Paul fue uno de los miembros más respetados y queridos de la familia a lo largo de 14 años. Esta pérdida es devastadora, para todos los involucrados con las películas Rápido y Furioso y para su legión de fans”.
De acuerdo con TMZ, esta semana se filmarían escenas cruciales con Walker, por lo que el elenco está reacio a volver al set.
