En una época donde Clint Eastwood, George Clooney, Ralph Fiennes o incluso Madonna cruzaron del otro lado de la cámara para dirigir cine, se suma al extraordinario grupo alguien tan extraordinaria como Angelina Jolie.
Después de todo, demostró que puede dirigir muy bien su vida, al lado de otro grande como Brad Pitt y otros tantos chicos (seis para ser exactos). Y en una película donde ella misma escribió el guión, Angelina aprovecha su experiencia como Embajadora de las Naciones Unidas, para contar una historia personal sobre la Guerra de Bosnia, en la película In the Land of Blood and Honey.
¿Dirigir cine por primera vez con una película sobre la Guerra de Bosnia tiene algo que ver con el rol que también tiene como Embajadora de las Naciones Unidas?
Sí, seguramente tuvo que ver, aunque al principio había sido inconscientemente. Cuando empecé a viajar hace algunos años, vi temas que me emocionaron. Me cambiaron como persona y como madre.
Pasé por un periodo de mucho odio, tratando de entender lo que pasaba, para ver cómo podía luchar en contra de aquello que no me gustaba. Después empecé a aprender las leyes y en silencio, fui escribiendo un diario personal para expresarme y meditar lo que viven los seres humanos durante la guerra, para entender mejor a la gente que pasa por esas situaciones.
Quería ayudar y como una excusa, a nivel privado, me comprometí a aprender los conflictos que no conocía. Me puse a ver documentales, leí libros, investigué y vi programas periodísticos, mientras visitaba la región y pasaba tiempo con la gente. Pero nunca se me ocurrió que iba a volcarlo todo al cine.
¿Qué tan abierta es con sus hijos a la hora de contarle los problemas que existen en el mundo?
Muy abierta. Soy extremadamente directa. Mis hijos han pasado por campos de refugiados, conmigo. Por ejemplo, por Maddox (el hijo mayor) tenemos una casa en Camboya. Ni siquiera es una casa, es una habitación sostenida sobre palos, rodeada de cientos de personas que trabajan con nosotros para mantener esa villa de cinco mil habitantes. Es un proyecto que tenemos en medio de la jungla. Llegamos a encontrar 48 minas explosivas en nuestra propiedad.
Tenemos vecinos que fueron víctimas de las minas. Y mis hijos juegan con los niños del lugar, nadan en la misma laguna. Es parte de lo que sabe mi familia. Los padres biológicos de mis hijos probablemente lucharon o vivieron ciertos conflictos.
