“El Centro de Apoyo Emocional y Terapia Ocupacional (Caeto) se ha convertido en un referente nacional por su importante labor en beneficio de la salud emocional de los jóvenes; es de tal magnitud que existen varias solicitudes para que ayudemos a crear centros similares en otras universidades. Esto es motivo de orgullo para nosotros”, expresó la rectora María Lilia Cedillo Ramírez, durante la celebración de su segundo aniversario.
Por ello, felicitó al equipo de profesionistas que labora en el Caeto, al tiempo de agradecer su labor de concientización y sensibilización entre la comunidad universitaria sobre la importancia de proteger a los animales, principalmente a los canes que suelen ser las mascotas más queridas.
“El cariño y el amor con el que son tratados nuestros coterapeutas caninos, lo corresponden con más entusiasmo e intensidad transformando el mundo de los jóvenes a quienes les brindan apoyo emocional. Ellos hacen magia desde que entran en contacto con los estudiantes. La universidad, a su vez, cambia sus vidas, ya que muchos son perros que se encontraban en situación de calle o de maltrato y al llegar a Ciudad Universitaria ingresaron al programa de coterapeutas o a la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria”, expresó.
En su segundo aniversario, el Caeto realizó una caminata perruna en la que universitarios y público en general recorrieron las instalaciones de Ciudad Universitaria acompañados de sus mascotas. La rectora María Lilia Cedillo participó de este festejo, acompañada del maestro Jorge Avelino Solís, coordinador general de Atención a los Universitarios; la maestra Edwins García Hernández, directora de Comunicación Institucional; y del coordinador del Caeto, Héctor Moisés Álvarez Peral.
Al realizar un recuento de las terapias ofrecidas a los usuarios durante dos años, Álvarez Peral informó que éstas rebasan la cifra de 17 mil. Destacó que el centro también brinda atención fuera de Ciudad Universitaria; sus servicios tienen gran demanda en la Facultad de Medicina, Centro, CU2 y los complejos regionales, así como en otras instituciones educativas y organizaciones no gubernamentales de apoyo a grupos vulnerables.
En un ambiente festivo se cortó un pastel para los invitados y uno más para los caninos que participaron en las actividades: competencias de obediencia, carreras de mascotas y dueños, así como de pertenencia y amor a propietarios en las que los perros mostraron sus habilidades en compañía de sus familias.