El Día de Todos los Santos, y los Fieles Difuntos tienen un papel clave en la forma en que las y los mexicanos honran la memoria de sus seres queridos trascendidos, pues, además de destacar el folklor, la fe llega en esta celebración como una forma de dar paz y consuelo a quienes siguen en el plano terrenal.
Así lo explicó el Mtro. Conrado Zepeda Miramontes, SJ, académico del Departamento de Ciencias Sociales de la IBERO Puebla, quien afirma que, si bien para la Iglesia realizar misas en honor a los difuntos o encender veladoras es una forma usual de celebrar las fiestas del 1 y 2 de noviembre, “la tradición está inmersa en la religiosidad popular”.
Lo que significa que también la celebración religiosa puede combinarse con las diferentes expresiones de la tradición mexicana, principalmente los altares, que son “un momento de encuentro en la memoria, el corazón y el espíritu”.