La violencia en espacios educativos, también conocido como bullying, ha alertado a instancias nacionales e internacionales por sus complejos efectos en niñas, niños y adolescentes. Este fenómeno es definido por la UNESCO como toda forma de violencia dentro o fuera de las aulas, en los alrededores de la institución, en el trayecto desde o hacia la misma, y recientemente, también se considera en los espacios digitales.
La misma organización estima que uno de cada tres estudiantes pueden ser víctimas de acoso escolar alrededor del mundo, y al menos 36% son víctimas de daños físicos, como riñas. En México el panorama es alarmante, pues en la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022, se muestra que de los 11.7 millones de educandos de 12 a 17 años que se registraban en el país, el 28% reconoció haber vivido algún tipo de violencia en el espacio educativo.
La Mtra. Niza Gutiérrez Ruíz, coordinadora de la Licenciatura en Educación de la Ibero Puebla, brinda recomendaciones para madres, padres o tutores para la prevención de estas violencias hacia sus hijas e hijos, pues si bien cada vez más espacios educativos implementan medidas de prevención y acción contra el acoso escolar, es importante el involucramiento de las y los adultos responsables.