En su mayoría, los asesinatos que se han cometido en los últimos años contra mujeres en Puebla han sido por hombres, en teoría por jóvenes, los cuales no rebasan los 35 años de edad.
De 2012 a 2015, la entidad registró un total de 163 asesinatos contra mujeres, según el registro del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr).
El hecho más reciente fue el de Paulina Camargo Limón, quien con sólo 19 años habría sido asesinada por José María Sosa Álvarez, su pareja sentimental, y quien es estudiante de la Universidad del Valle de México Campus Puebla.
Otro caso fue el de Iraís Ortega, joven de 23 años de edad, con 6 meses de embarazo, estudiante de la Facultad de Cultura Física de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Por ello fue detenido Juan Carlos Sánchez Pérez, con quien la víctima sostenía una relación sentimental y era el padre del bebé.
Fue así que el 24 de octubre de 2014, el cadáver de la chica en estado de descomposición fue hallado en las inmediaciones del Relleno Sanitario del municipio de Puebla.
Entre tanto, el 17 de abril fue el último día de vida para Isarve Cano Vargas, joven de 19 años, también estudiante de Psicología de la BUAP. Jairo Adán Gutiérrez Cabrera sostenía una relación cercana con la víctima, pues sus familias se conocían y coincidían en diversas reuniones sociales.
Jairo Adán fue el autor intelectual del secuestro y propuso a sus cómplices la comisión de los hechos. Los tres conocían la condición social y económica de Isarve, por quien pedirían 50 mil pesos como rescate.
A su vez, el 30 de enero de 2014, Manuel Forcelledo, citó a Karla López Albert para entregarle un seguro de gastos médicos, ya que la joven tenía 31 años de edad y 5 meses de embarazo, y se había negado a interrumpirlo ante la insistencia de Manuel Forcelledo.
Por lo tanto, el asesino, junto con otros dos hombres, golpeó a la víctima y la ahorcó con un lazo de rafia hasta quitarle la vida.
Desde el 28 agosto de 2015, Adriana Farfán Tenorio, de 15 años de edad, es buscada por autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla (PGJ).
La joven vestía un pantalón de mezclilla, tenis blancos con logotipo de Nike, una chamarra rosa con verde. El principal sospechoso de la desaparición es su novio, de 28 años de edad.