Las adecuaciones que se están realizando dentro de los sistemas de salud mexicanos, donde se difundió la posibilidad de privatizar los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), integrándolo al sistema de seguro popular, fue catalogado como un proceso de homogenización por el economista de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), Anselmo Chávez Capó, quien consideró que, con la misma, se podría lograr un servicio de salud mucho más integral.
En ese sentido, refirió que la posibilidad de que se lleve a cabo esta variación podría ser positiva para los ciudadanos, siempre y cuando no se opte por ofrecer un servicio integral para los pacientes de primer nivel, quienes tengan enfermedades de fácil curación, mientras que se disponga de un acceso más complicado a aquellos tratamientos que requieren de consultas y atenciones más complicadas.
“No es privatización sino homogenización de los servicios, por lo que los tratamientos más sencillos, que sean curables y tratables en el corto plazo, los ofrezcan en cualquiera de las unidades y los tratamientos que ya representan un control y supervisión y aportación por parte del estado se ofrezcan en el segundo nivel y sean tratados de una manera más económica”, indicó.
El especialista consideró que el problema llegaría si enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el cáncer no fueran tratadas por el nuevo sistema de salud o se pusieran más complicaciones a los pacientes, pues recordó que un tratamiento contra la diabetes, por ejemplo, puede significar un costo de 150 mil pesos anuales, lo que representa un gasto de 3 millones de pesos en un periodo de 20 años.
Por ello, refirió que si el objetivo es lograr un otorgamiento integral dentro del sistema de salud para los trabajadores, ya sean del sector privado o público, la decisión puede ser muy positiva para los derechos laborales de los empleados, siempre y cuando no se pongan limitaciones a tratamientos de un costo mayor.
