Alfredo Téllez
Tras explicar que desde 1974 la homosexualidad dejó de ser calificada como “una enfermedad mental” por los colectivos psicológicos y psiquiátricos internacionales, el especialista en psicología educativa del Tecnológico de Monterrey, Héctor Cerezo Huerta, afirmó que los matrimonios gay tampoco pueden ser considerados como un suceso patológico, pues quienes tienen una orientación sexual igual cuentan con las mismas facultades de personalidad y salud que cualquier otra persona.
Con la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de calificar como inconstitucional aquellos Códigos Civiles que desaprueban los matrimonios igualitarios, el especialista, aseguró que en términos sociales y personales las parejas homosexuales deben enfrentarse a los mismos retos y problemas que las parejas heterosexuales.
De esta manera, afirmó que los términos relacionados con la normalidad no están basados en cuestiones estadísticas, sino ideológicas, pues consideró que a pesar de que un sector de la sociedad no pueda ver este tipo de enlaces como normales, éstos deben tener el mismo derecho que cuenta cualquier otra pareja.
“Las personas que llegan a establecer un vínculo y ambas son del mismo sexo no tienen ninguna dificultad desde el punto de vista mental para este tipo de relaciones o incluso en la posibilidad de adoptar y hacerse cargo del desarrollo de infantes”, indicó.
Además, el especialista reconoció que una pareja homosexual puede incidir perfectamente en el correcto desarrollo de sus hijos, del mismo modo que también puede adoptar roles de padre o madre, pues desde el punto de vista psicológico se confirmó que la sexualidad que defina a una persona no tiene relevancia alguna en el momento de educar y enseñar a los niños.
