Al no contar con una segunda vuelta electoral ni con un esquema reeleccionista, México se encuentra en la mejor posición de alcanzar un esquema político en el que la figura del Presidente subsiste y en el que estén garantizadas por la vía institucional las libertades públicas, las responsabilidades de los funcionarios y la gobernabilidad democrática, aseveró el ex procurador General de la República, Diego Valadés Ríos.
En el marco del seminario “Las Reformas Estructurales en México y la Ampliación de los Derechos Humanos: un Acercamiento Multidisciplinario”, organizado por el Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico (ICGDE) de la BUAP, y en el que también se impartió la Cuarta Cátedra Dieter Nohlen, Valadés Ríos señaló que México debe tomar mejores decisiones en el diseño y construcción de sus instituciones, para que éstas conduzcan al país de un sistema presidencial a uno racional, como es el caso de Uruguay.
El doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, comentó que un sistema racional, denominado también como gobierno de cohabitación, es una estructura balanceada que permite solucionar tres grandes problemas para la democracia: preservar las libertades públicas, establecer las responsabilidades de los gobernantes y plantear los mecanismos de gobernabilidad, haciendo válido el pluralismo de las sociedades. Este modelo, aseguró, retoma elementos tanto de los esquemas presidencialistas como de los parlamentarios.
En su ponencia, Valadés Ríos habló sobre la pluralidad existente en el continente americano: “la mayor parte de los sistemas presidenciales de Latinoamérica ya cuentan con instituciones parlamentarias en funcionamiento pleno o, como el caso de México, sólo en enunciados y sin funcionamiento”.
Además, detalló una tipología que abarca los sistemas presidenciales vigentes: los arcaicos, los sistemas en transición y los racionalizados.
”Los procesos de interacción institucional deben ser vistos claramente por quienes hacen el diseño de las instituciones, porque de otra manera no funcionan. Para pasar al racional, es necesario que se tomen las mejores decisiones en la construcción y diseño de los marcos institucionales”, concluyó.