“Seis de cada 10 jóvenes universitarios están en desacuerdo con sus imágenes y tienen ‘terror’ a engordar, ya que eso implicaría perder una posición dentro de los grupos en los que se desenvuelven”, explicó el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (Unidad Xochimilco), José Alberto Rivera Márquez.
“Los jóvenes tienen la idea que las personas delgadas son más exitosas, más atractivas y más aceptadas que las que no lo son, por eso usan dietas o purgantes y laxantes, así como el ayuno para lograr una figura que sea aceptada”, reconoció.
Rivera Márquez, lideró el Proyecto Conductas Alimentarias de Riesgo y Estrategias para la Prevención de Trastornos de la Conducta Alimentaria en estudiantes de la UAM, donde se percató que entran en estrés para evitar el sobrepeso con acciones que ponen en riesgo su salud.
Al acudir como exponente en el Primer Congreso Multidisciplinario de Alimentación, organizado por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), comentó que otro de los errores comunes es la obsesión por el ejercicio; las mujeres buscan la delgadez extrema y los varones un cuerpo atlético, aunque esto implique inyecciones y consumo de anabólicos para obtenerlo.
Cuando una persona tiene trastornos en su alimentación refleja periodos de estrés, ansiedad, depresión, abusos físico o sexual, problemas familiares, comparación o burlas, baja autoestima e insatisfacción corporal, entre otros factores.
El investigador, consideró importante realizar talleres y organizar pláticas de manera periódica en las comunidades estudiantiles para que se explique el efecto que causa en el organismo una mala alimentación y las complicaciones que se generan a futuro.
“Todo se reduce al estrés que de los estudiantes universitarios, porque esto los puede orillar a asumir una conducta alimentaria nociva, sabemos por el estudio que se realizó que 4 por ciento de las mujeres entrevistadas y 7 por ciento de los varones muestran deficiencias alimentarias”, finalizó.