* Se presentó en la Biblioteca Lafragua un documental de Sergio Raczko sobre el Antiguo Colegio Noviciado de la Compañía de Jesús
Algunos elementos de la cultura jesuita como las imágenes hablan de la espiritualidad ignaciana, cuya misión es incidir en los sentidos y sentimientos para mostrar la presencia de la divinidad, señaló Mónica Martí Cotarelo, especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Al comentar el documental Antiguo Colegio Noviciado de la Compañía de Jesús. Museo Nacional del Virreinato. Tepotzotlán, Estado de México de Sergio Raczko, asesor de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos de la República Argentina, que se presentó en la Biblioteca José María Lafragua de la BUAP, indicó que este trabajo es un gran esfuerzo para mostrar la importancia de los jesuitas.
Mencionó que las congregaciones generales de la Compañía de Jesús, las cuales se realizaban cada vez que hiciera falta, definieron los espacios para Dios y el hombre; así crearon con todas las manifestaciones artísticas una gran obra que impactara todos los sentidos.
En el caso de Tepotzotlán se encuentran construidos en 10 mil metros cuadrados, el Templo de San Francisco Javier, con capillas anexas; el Templo de San Pedro, una capilla de novicios, de juniores, cinco patios, dos claustros, una huerta y molinos de trigo. “Tenían dos templos para atender a los indígenas y los españoles”, indicó Martí Cotarelo.
En el documental con una duración aproximada de 60 minutos, se muestra la arquitectura de este lugar en Tepotzotlán, en el que diversos especialistas narran la relevancia y características de los inmuebles.
Tal es el caso del maestro Emilio Quesada Aldana, historiador e historiador del arte; el doctor Miguel León Portilla, historiador emérito de la UNAM; Gaudencio Neri Vargas, cronista municipal de Tepotzotlán; el doctor Alfonso Alfaro, director del Instituto de Investigaciones en Artes de México y Arturo Reynoso, Jefe del Departamento de Filosofía y Humanidades del ITESO-Guadalajara.
Los académicos abordan las imágenes en este recinto, las cuales muestran detalladamente la fe de los jesuitas; así como esculturas hechas para el rezo y para recordar pasajes religiosos, al igual que destacan la participación de diversos pintores, escultores y arquitectos que dieron vida a esta obra artística.
Asimismo se abordó el momento de la expulsión y destierro de los jesuitas, quienes fueron conducidos a Veracruz y posteriormente ser regresados a España.
Los especialistas coincidieron que sin ellos no se podría entender la historia de México y su herencia no sólo fue el Templo como tal, sino las artes que heredaron como la literatura e historia.