Al presentar el número especial de la “Revista Rúbricas”, dedicado a la paz, justicia y seguridad social, la académica de la Ibero Puebla, María Eugenia Sánchez Díaz de Rivera, lamentó el enfoque fallido que el gobierno federal ha dado a la lucha contra la delincuencia organizada, la cual, sentenció, debe estar basada en los derechos humanos.
Indicó que el contexto de violencia generalizada en el país por el poder económico del narcotráfico se debe establecer como una prioridad al salvaguardar la vida y la dignidad de los seres humanos, por lo que es imperante dicha defensa ante los abusos del poder y de la legitimación de asimetrías en relaciones humanas.
“La revista presenta una serie de trabajos que nos estimulan a continuar sin descanso sobre el camino de lucha por el verdadero respeto recíproco, porque el concepto de ‘respeto’ en nuestra cultura ha servido para legitimar las asimetrías del poder”, afirmó.
Por su parte, durante la presentación de la revista, el rector de la Ibero Puebla, David Fernández Dávalos, consideró que el fracaso de la guerra contra la delincuencia organizada -que orquestó el gobierno federal- se debe a que no se ha atacado el problema fundamental, que es el flujo financiero que genera la economía criminal desde Estados Unidos, además que se utilizó como elemento para reforzar la imagen del actual presidente de México.
“La estrategia fracasó, porque no se basa en detener la producción de estupefacientes, sino, subordinar militarmente a nuestro país a los intereses de Estados Unidos y lograr controlar las fuerzas armadas al sistema judicial y a las policías”, comentó.
Finalmente, aseveró que el dinero de la economía criminal “tiene un poder corruptor universal” que ha permeado desde autoridades de los tres niveles de gobierno y la policía, hasta las fuerzas armadas, pasando por banqueros y empresas de comunicación.
