Iker Casillas cerró uno de los capítulos más gloriosos del Real Madrid al ofrecer su última conferencia de prensa como merengue entre lágrimas, despidiéndose de la escuadra que desde 1990 le dio todo.
Así lo explicó al presentarse frente a medios internacionales en su adiós como militante del Real Madrid, debido a que en el equipo de la capital española no encontró la confianza ni el lugar para mantenerse.
Entre lágrimas se despidió, llegando así “un día difícil en mi vida deportiva: decir adiós a una institución que me lo ha dado todo”, relató para EFE.
Agradeció a la institución el trabajo de formación personal y deportiva que le ofreció desde niño y hasta el último minuto como merengue, ello ante una sala repleta de reporteros a quienes bromeó en su arribo.
“Madrid me ha formado como deportista y persona y me ha ayudado a crecer con los valores que defiende este escudo: respeto, compromiso y sobre todo la humildad”, prosiguió.
Cabe indicar que desde la estadía del entrenador portugués José Mourinho en el Real Madrid, quien lo fue marginando por fallas cometidas en el arco.
Sin embargo, nunca se pudo reponer físicamente, hecho que lo mantuvo intermitente, lo que abonó a que la directiva no peleara por mantenerlo en las filas.
Ante ello, el guardameta optó por su salida, firmando para el Oporto lusitano.
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